MERMELADA DE ALBARICOQUE Y MANZANA

Las mermeladas son de las cosas en las que podemos innovar en sus sabores sin altos costes, y una sola vez hacer para una larga temporada, evitando el uso de las comercializadas cuyo coste en algunas ocasiones no es proporcionado al precio de la fruta de temporada ni a la cantidad que se compra. 

Normalmente se utiliza una combinación de fruta madura con fruta que acaba de empezar su maduración, ya que si usamos sólo la fruta demasiado pasada (que muchas veces la gente quiere usar la que se esta estropeando) la mermelada no gelificará bien.

En todas mis mermelanas añado un pequeño chorro de limon, ya que el ácido cítrico es importante para la gelificación de la mermelada y para brillo a la mermelada, a la vez que ayuda a evitar la cristalización del azúcar y a prolongar su caducidad. Es importante señalar que el limon se añade antes de cocer la fruta ya que ayuda a que se extraiga la pectina de la fruta (que es una sustancia gelificante propia de la fruta).

Esta mermelada que elaboré es una mezcla entre dos frutas, la manzana y albaricoque.

Para envasar las mermeladas existen miles de tecnicas, yo tras probar varias me decanté por un método sencillo que hasta el momento no me ha dado problemas. Se trata de esterilizar los frascos introduciéndolos en una pota con agua y dejarlos hervir (para que no estallen durante el proceso se pone un trapo en el fondo y se procura que no se toquen unos con otros).

Empezamos...

INGREDIENTES:

- 600gr. de albaricoques.

- 400gr. de manzanas.

- 1 chorrito de limón.

- 750gr. de azúcar blanco.

PREPARACION:
En un recimiente de loza se coloca la fruta (pelada, picada en trozos y sin impurezas) con el azúcar espolvoreado, dejando una última capa de azúcar para cubrirla. Dejar reposar unas 12 horas.

Introducir la mezcla en una pota y poner a fuego lento, moviendo con una cuchara de madera. Ir retirando las impurezcas que salgan (sale una espuma que debemos retirar con la ayuda de una espumadera o cuchara). En total la cocción de la fruta será de unos 45 minutos aproximadamente. Podremos saber si la mermelada esta lista colocando una pequeña cucharada en un plato e inclinándolo, con esto podremos observar si la mermelada corre por el plato de manera demasiado liquida, o si se desplaza lentamente quedandose practicamente solida (como debe de estar).

La mermelada se guarda en los frascos de cristal previamente esterilizados, una vez que salen de la olla, se secan y se les introduce la mermelada (sin que queden burbujas de aire), se cierra el bote y con este boca abajo, se le da unos golpes contra la meseta hasta escuchar el ¨pop¨ del vacio. Dejar en esta posición un día y después almacenar en lugar fresco.